Los acontecimientos en torno a la incierta situación contractual de Kylian Mbappé con el Paris Saint-Germain han tomado un nuevo rumbo, superando las expectativas y sorprendiendo a aficionados y expertos por igual.

El pasado sábado, una reunión llevada a cabo en el emblemático Parque de los Príncipes, el PSG generó confianza al insinuar que había progresos significativos en la negociación para la renovación del delantero estrella hasta 2025. La posibilidad de un acuerdo inminente estaba en el aire, y los medios de comunicación franceses especulaban con el optimismo reinante en ambas partes.

No obstante, el optimismo del PSG quedó en entredicho con una revelación impactante. El diario francés L’Équipe informó este lunes que, de hecho, durante la reunión del sábado no se discutió en ningún momento la posibilidad de renovar el contrato de Kylian Mbappé hasta 2025.

La posición del futbolista de no extender su contrato seguía intacta, pero con un giro sorprendente: estaría dispuesto a hacer un “sacrificio personal” en forma de renuncia financiera para facilitar su regreso al equipo. Se estima que esta renuncia podría representar un ahorro considerable para el PSG, rondando entre los 100 y 150 millones de euros.

El jugador, movido por su voluntad propia, se reunió con Nasser Al Khelaïfi, presidente del PSG, con el objetivo de resolver la situación que se había vuelto insostenible. La imagen de Mbappé en la grada mientras se negaba a renovar o ser transferido era insostenible tanto para él como para el club.

Su deseo inquebrantable de jugar fue transmitido al presidente catarí, quien finalmente accedió. Como resultado, el domingo por la mañana, Kylian Mbappé ya no era un descarte y estaba listo para la acción.