El batacazo del Mundial llegó en Octavos de Final cortesía de la Selección de Marruecos, que se jugó la vida en la cancha para eliminar a la Selección española de Luis Enrique.

Después de 90 minutos reglamentarios y una prórroga con dramatismo, los africanos se clasificaron a Cuartos de Final por primera vez gracias a una actuación sobresaliente del arquero Bono.

España jugó en campo ajeno todo el partido, pues el estadio de la Educación fue la mismísima Rabat, capital de Marruecos, son cánticos y pitidos sobre los jugadores ibéricos .

El inmueble fue una olla de presión en todo el partido, pues la rojita de Luis Enrique trató de hacer su juego asociativo, pero los de Ziyec y Hakimi fueron incansables en las marcas y una verdadera pesadilla en los contragolpes.

Luis Enrique dio vueltas por su área técnica buscando alguna solución al planteamiento de los africanos, pero no lo encontró en los primeros 45 minutos y se marchó al descanso con una severa preocupación, pues las más claras de gol fueron sobre arco y Marruecos estaba dejando todo en la cancha.

En la segunda mitad los africanos apostaron por montar un muro impenetrable y se apoyaron en una afición que creó una atmósfera hostil sobre el juego español que los jugadores sintieron conforme avanzó el partido.

España se hizo con la pelota gracias a que los marroquís se lo permitieron, pero sus posesiones de pelota eran inútiles ante una equipo que se jugaba algo más que un partido y lo llegó al alargue.

Pero ahí, el valor Marroquí fue decayendo con el cansancio y las presiones españolas poco a poco terminaron en el arco de Bono, por lo que el gol ibérico parecía inminente.

Sin embargo, por un momento los africanos hicieron vibrar a toda España con un mano a mano entre Cheddira y Unai Simón , que para fortuna de la Rojita lo ganó el arquero del Athletic Club.

España atacó sin preocupaciones y estrelló un balón en el poste que pudo haber sido el boleto a los Cuartos de Final, pero todo se extendió hasta los penaltis.

Ahí, la figura de Bono se hizo enorme para atajar los tres disparos de La Roja ante el desconsuelo de Luis Enrique y la alegría de todos los marroquís que estallaron cuando Hakimi con todo el temple marcó el penal de la victoria a lo panenka.

Ahora, la increíble Selección de Marruecos espera a su rival de la llave entre Portugal y Suiza.