Un Manchester United especialmente efectivo arrebató este domingo en Anfield los tres puntos a un Liverpool que queda hundido en la tabla después de que los Diablos Rojos aprovecharan sus pocas llegadas para llevarse la victoria por 2-1.
Con el primer disparo entre los tres palos de los de Alex Ferguson, en el minuto 51, el brasileño Rafael Da Silva empató el encuentro ante unos ‘Reds’ que jugaron cincuenta minutos con diez hombres, y el holandés Robin Van Persie estableció de penal la ventaja definitiva para los visitantes a diez minutos del final.
Tras cinco jornadas de la liga inglesa, el Liverpool queda, con dos puntos, en los puestos de descenso, mientras que los de Ferguson mantienen la segunda posición, al acecho del Chelsea, que lidera la clasificación con un punto de ventaja.
El empuje de los de Alex Ferguson resultó sin embargo un espejismo y, antes de los diez minutos, el juego ya había adquirido el rumbo que seguiría durante toda la primera parte: el Liverpool dominaba el balón ante un United incapaz de hilar varios pases consecutivos.
La táctica de Brendan Rodgers consistía en desactivar al portugués Nani, por la izquierda, y al ecuatoriano Antonio Valencia, por la derecha, para tratar de impedir que el ariete de los ‘Diablos Rojos’, el holandés Robin Van Persie, tuviese ocasiones para rematar.
Los locales eran los dueños del balón, sin embargo tampoco llegaban a inquietar seriamente al guardameta danés Anders Lindegaard (el español David De Gea volvió a estar en el banquillo).
Ante la incapacidad de su equipo para atacar, Ferguson también dejó claro su camino, que no era otro que acumular futbolistas en la retaguardia para frustrar cualquier acercamiento de los de Rodgers.
Los locales celebraron su tanto en el clásico del futbol inglés formando una melé cerca de un córner, como si hubieran ganado un título.
No en vano, el de hoy era un encuentro lleno de tensión, que los aficionados de Anfield abrieron con un gran mosaico en el que reclamaban “justicia” y “verdad” respecto a la tragedia de Hillsborough, la avalancha humana en la que murieron 96 hinchas del Liverpool en 1989.