El Betis puede seguir soñando con regresar a las competencias europeas el próximo año, aunque ahora ya no depende de sí mismo tras el empate 1-1 con Eibar, que en los últimos minutos encontró la igualada y amargó la fiesta de los andaluces que estaba ganando gracias a una jugada entre Diego Lainez y Andrés Guardado.

La dupla mexicana fue fundamental. Lainez puso el pase y Guardado envió el balón a las redes de los vascos que a pesar del empate solo un milagro los salvaría de no descender a la Segunda División de España.

Solo habían pasado cuatro minutos de que empezó el juego, cuando los mexicanos se echaron el equipo al hombro. Lainez apareció por el costado derecho conduciendo la pelota y le dio la pelota al capitán de la Selección Mexicana y éste desde fuera del área mandó guardar el esférico.

El partido cayó en un bache sin emociones, los dos equipos se vieron cómodos en el campo y por momentos el Betis le regaló el protagonismo al Eibar que dio muestra de por qué es el último lugar de la clasificación, pues no tuvo ideas.

En el complemento Pelegrini sacó del campo a Lainez que estaba teniendo buenos destellos en el juego, y con su salida se terminaron las jugadas a la ofensiva del Betis y entonces sí se convirtió en un tiro al blanco.

Durante los últimos 10 minutos el conjunto vasco se fue con todo al frente a buscar el empate, llenó el área de centros y a los 84 minutos Sergi Enrich con la cabeza aprovechó uno de esos tantos servicios para poner la igualada.

El empate fue una cubetada de agua fría para el Betis, los dos puntos perdidos los dejaban de poner en una posición de privilegio para conseguir la clasificación a la Europa League y ahora deberá jugarse a muerte los últimos dos partidos de la campaña para buscar ese boleto.