El deporte norteamericano no deja de sosprender con sus historias. Ahora es turno de la universidad de Iowa. Tras la apetura en 2017 del hospital infantil de Iowa, a escasos metros del estadio de fútbol americano de la universidad, este es el segundo año en el que se produce lo que los medios del país han llamado «The Wave».
Consiste en que, tras finalizar el primer cuarto del partido inaugural de cada temporada, los 70.500 aficionados de los Hawkeyes, el equipo de la universidad de Iowa, los jugadores locales y visitantes e incluso los árbitros se giran hacia el hospital y saludan a los niños que, desde el último piso del edificio estaban viendo el partido. Estos devuelven el saludo, un gesto que simboliza buenas vibraciones y ánimo para los chicos y chicas ingresados, las familias de estos y el propio equipo.