En una jornada sin grandes aspiraciones para Getafe y Mallorca, más allá de escalar algunas posiciones en LaLiga y asegurar ingresos adicionales por derechos televisivos, el interés se centró en las despedidas de varios jugadores, como Mata y Maksimovic en el Getafe y el técnico Aguirre en el Mallorca.

Desde el comienzo, el Getafe buscó el gol con mayor determinación, mientras que Aguirre optó por alinear a jugadores menos habituales. El ritmo del partido fue irregular, con momentos intensos gracias a Óscar Rodríguez y Mason Greenwood, quienes impulsaron el juego ofensivo del Getafe. Rodríguez y Greenwood generaron las primeras ocasiones de peligro, pero se toparon con Cuéllar, quien, a un día de cumplir 40 años, jugaba su primer partido de la temporada. Greenwood tuvo otra oportunidad clara antes del descanso, pero su disparo se estrelló en la red lateral. El Mallorca se fue al descanso sin poner a prueba a David Soria.

El Getafe obtuvo su recompensa a los tres minutos de la reanudación. Óscar Rodríguez condujo el balón desde tres cuartos de campo, sorteando a un rival, y asistió a Gastón Álvarez, quien se lanzó desde la izquierda para batir a Cuéllar con un potente zurdazo.

Aguirre respondió introduciendo a titulares como Larin, Muriqi y Dani Rodríguez, mientras Greenwood buscaba despedirse de la afición con un gol. David Soria intervino pasada la hora de juego para evitar un gol de Llabrés con una excelente parada, pero poco después se produjo un momento de gran preocupación.

En una jugada aparentemente sin peligro, David Soria salió a despejar un balón ante la carrera de Larin. El canadiense, en su lucha con un defensor del Getafe, arrolló al portero sin verlo, dejándolo muy malherido. Las asistencias y una ambulancia entraron rápidamente, temiendo lo peor. Después de casi diez minutos de interrupción, Soria pudo reincorporarse y salir del campo por su propio pie, aunque con ayuda.

El impacto del incidente afectó al Getafe, y el Mallorca aprovechó para darle la vuelta al marcador en apenas tres minutos. Muriqi igualó el partido con un cabezazo tras un saque de esquina, y en el tiempo añadido, Maffeo aprovechó una defensa adormilada y la astucia de Morlanes para vencer a Fuzato con un disparo cruzado. Ambos goles fueron celebrados efusivamente con Aguirre y su cuerpo técnico, cerrando de manera emotiva la etapa del mexicano en el Mallorca.