Uno en primer lugar, el otro en segundo, pero tan iguales como que ambos están en los Cuartos de Final de la Euro 2012. Si bien la historia le pone una mejor cara a Italia, Inglaterra buscará a toda costa despejar las dudas que lo envolvieron previo al torneo y meterse como uno de los cuatro mejores en el Viejo Continente.
Hace poco menos de 15 años que se vieron las caras en una cancha para un partido oficial, pero la rivalidad es tan actual como el partido que se jugará en Kiev. Hombres como Balotelli y Parker que han tenido una enconada lucha en la Premier League, trasladarán el campo de batalla a la capital ucraniana.
Apenas una ocasión es la que Inglaterra ha podido vencer a Italia y de eso ya tiene 35 años. En el marco de las eliminatorias al Mundial de Argentina 78, los ingleses recibieron a Italia en Londres y los vencieron por dos tantos contra cero. Desde aquella ocasión los de la rosa no saben vencer a Italia.
Ahora con una Selección prácticamente nacida de la llamada mejor liga del mundo e intentando pasar sobre los italianos, que llegaron con problemas y que hoy se ven más fortalecidos que nunca, Inglaterra quiere terminar de una vez por todas con sus fantasmas.
Los problemas que hoy el funcionamiento inglés ha escondido fueron motivos de dudas y cuestionamientos para su Director Técnico, Roy Hodgson, aunque hoy el panorama es completamente distinto y lo que parecía una participación efímera se ha convertido en la oportunidad de lograr alzar un título.
El problema del gol también presenta un paradigma para los de la rosa. Rooney es una clara esperanza, pero tendrá que aferrarse al espíritu de Platt, último jugador en marcarle a Italia par hallar la forma de romper con la férrea defensiva italiana.
Por otro lado está la renovada y transformada Italia de Cesare Prandelli. Como si se tratara de una creación del propio timonel, el estilo de juego que practican los azurri tendría que ser patentado a nombre del timonel, aunque en resultados la historia siga siendo la misma.
Es un choque de historia y de una rivalidad que histórica y escondida no representa mucho, pero que representa a dos gigantes queriendo algo a lo que están acostumbrados, la gloria.