El destino del ex portero del Flamengo, brasileño Bruno Fernandes, comenzó a definirse este lunes en un tribunal de la ciudad de Contagem, donde el futbolista enfrentará juicio por presunta responsabilidad en el asesinato de su ex pareja sentimental, Eliza Samudio, en el 2010.
De acuerdo con fuentes judiciales, el juicio contra Fernandes y otros cuatro acusados por los delitos de homicidio calificado, secuestro, encarcelamiento privado y ocultación del cadáver de Samudio, podría prolongarse entre dos y tres semanas debido a los interrogatorios a más de 30 testigos.
El ex capitán del Flamengo, uno de los clubes más populares de Brasil, ya fue condenado por su responsabilidad en la retención ilegal y lesión física en contra de Samudio, quien había demandado al portero una pensión para el hijo de ambos.
Además, la modelo había presentado en octubre de 2010 en Río de Janeiro una demanda contra el futbolista por secuestro y amenazas de muerte. Poco después ella desapareció.
El portero fue arrestado luego de que su primo, entonces de 17 años, admitiera haberla secuestrado por orden de Bruno para llevarla hasta la residencia del futbolista en Belo Horizonte y afirmó que la joven fue asesinada por un ex policía contratado por el jugador y que el homicida descuartizó el cuerpo y lo dio a comer a los perros.
El juicio, en el que estuvo presente Sonia de Fátima Moura, madre de Elisa Samudio y a quien la justicia concedió la guardia del hijo de la modelo y el futbolista, inició con una discusión entre el defensor de Bruno y el abogado de otro de los acusados por el espacio que ocuparían en el tribunal.