Javier Hernández cuenta con un sinnúmero de fotos en las que aparece sonriente, junto a su familia, como un joven hogareño, humilde y apegado a los valores que le enseñaron en su casa. Su padre es su ídolo; su abuelo, un referente para el brillo que ha tenido su vida
Tiene otras imágenes. El protagonista es él como el delantero al grito de gol que provoca alegrías en el Manchester United, uno de los mejores equipos del mundo, y la Selección Nacional. Cuando se quita la playera de los Diablos Rojos lucha contra la violencia hacia los niños como embajador de la UNICEF.
El famoso y carismático Chicharito resulta el hijo que cada padre quisiera tener y cumple el sueño que todo chavito que ama el futbol anhela. Es también el ejemplo que pondría cualquiera como ideal de la juventud deportista de México.
Perserverante, luchón, incansable y hasta con la dosis de suerte necesaria para que su trabajo se transforme en éxito. Esas características han hecho de Hernández Balcázar un baluarte.
Se ha mantenido alejado de los escándalos, es mesurado y no hace alardes de su calidad, ni muestra soberbia que pudiera manchar su figura como uno de los referentes deportivos de nuestro país.
La historia del atacante tricolor comenzó en las Fuerzas Básicas del Guadalajara. Desde ese momento destacaba, aunque le faltaban detalles por pulir. Se colocaba varias veces de cara al marco, hasta que pudo corregir sus fallas para llegar hasta la Liga Premier inglesa.
Desde el inicio de su carrera destacó. Hizo un gol en su presentación en Primera División de México (Apertura 2006) y “comió banca” hasta que en el Apertura 2009 y Bicentenario 2010, (en éste último fue campeón de goleo) tuvo su despegue hacia Inglaterra. La paciencia lo acompañó en su travesía.
Antes de llegar al United, Chicharito marcó dos goles en el Mundial de Sudáfrica para enfudarse en la playera del campeón del balompié inglés.
Como Red Devil se coronó dos veces en la Premier y obtuvo el subcampeonato de la Champions League. En las tres temporadas que ha estado en el Manchester la afición de Old Trafford lo ha acogido como uno de sus consentidos. Ahora Hernández encarará su cuarta temporada en el gigante europeo.
En Selección, el ariete ocupa el tercera sitio en la tabla de máximos goleadores del Tri [35 tantos].
Tiene 25 años, edad pletórica de sueños por cumplir. Con ese ímpetu, Javier Hernández representa la imagen ideal de la juventud deportiva de México.