La expedición de André-Pierre Gignac en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 está cerca de iniciar, de hecho ya se encuentra con la Selección de Francia en Corea del Sur para enfrentar en un amistoso a la selección local, pero aunque está metido en esa idea de lograr la medalla no deja de mencionar a sus queridos Tigres.

Previo a viajar a Asia, el delantero universitario fue cuestionado sobre cómo cambió la experiencia en México su mentalidad y forma de vivir, y ahí se animó a detallar lo bien que vive en el país y en el club, del cual no quiere irse en al menos diez años.

“Quiero hacer mi vida allí, realmente no quiero volver. Tengo una vida diferente: mis hijos hablan tres idiomas, un pasaporte de por vida. Quiero anclar allí. Experimento algo sensacional todos los días. Deportivamente tuve la oportunidad de marcar muchos goles, romper muchos récords…”, comentó Dedé.

Enseguida insistió en la posibilidad de integrarse a la directiva tras su retiro o convertirse en director técnico, aunque primero cumplirá con el contrato que recién renovó para pensar en ello.

“Prorrogué mi contrato por tres años, no he terminado. Llegué a los 29 a Tigres, tengo 35, me gustaría estar diez años allí. Veremos al final de estos tres años de contrato y luego, ¿por qué no seguir con un puesto en los escalones superiores del club y ver si tengo la posibilidad de aprobar mi curso de entrenador?

La medalla, su único objetivo

Gignac señaló que no cruzó miles de kilómetros por nada, por lo que tiene bien claro el objetivo de meterse en el podio con una selección francesa que lo ha impresionado por la calidad de los jugadores.

“Hacer algo sería un gran acierto. Me asombró la calidad de algunos jóvenes, creo que es muy alta. Tenemos que conseguir que quieran ganarlo todo. Y hacer las cosas bien es ir a por una medalla”, señaló.