Joe Panik anotó la carrera de la ventaja en la séptima entrada, gracias a un lanzamiento descontrolado de Aaron Barrett con las bases llenas, y los Gigantes de San Francisco vencieron 3-2 a los Nacionales de Washington, para volver a la Serie de Campeonato.
Los Gigantes, que se colaron a los playoffs con el boleto de comodín, ganaron el cuarto juego de la serie de división contra el mejor equipo de la Liga Nacional.
San Francisco anotó sus carreras en formas insospechadas, con un boleto cuando la casa estaba repleta, con un rodado de out y gracias al wild pitch de Barrett. Hunter Pence aportó una estupenda atrapada en el jardín derecho.
El dominicano Santiago Casilla permitió que se embasara la potencial carrera del empate en la novena entrada, al expedir un pasaporte a Bryce Harper con dos outs. Luego, retiró al venezolano Wilson Ramos mediante una roleta que puso fin al encuentro.
San Francisco viaja ahora a San Luis, para disputar el sábado el primer encuentro de la Serie de Campeonato de la Nacional. Será una revancha del duelo registrado en 2012, en estas mismas instancias, cuando los Gigantes remontaron una desventaja de 3-1 y vencieron a los Cardenales, antes de conquistar su segundo título de la Serie Mundial en tres años.
Harper sumergió la pelota en la Bahía McCovey, al conectar un jonrón que significó el empate para los Nacionales en el séptimo episodio, pero la campaña de Washington terminó con su tercera derrota por diferencia de una carrera, en una serie que incluyó el maratón sabatino de 18 entradas, cuando San Francisco ganó el segundo encuentro.
Después de que su lanzamiento errático rompió el empate 2-2, Barrett se dispuso a darle el boleto intencional al venezolano Pablo Sandoval. Pero uno de sus pitcheos se fue por encima de la cabeza de Ramos, quien reaccionó rápido para recuperar la pelota cerca del backstop. Ramos lanzó para Barrett, quien hizo la asistencia en el plato y retiró a Buster Posey durante el intento por robarse el home.
Esa decisión fue ratificada tras revisar la repetición, un procedimiento que demoró casi dos minutos y que privó a San Francisco de una carrera que le habría dado más tranquilidad.