El fútbol de Primera División de Honduras tiende a desaparecer por la falta de aficionados en los estadios, según han advertido en las últimas semanas dirigentes y jugadores de los diez equipos que participan en la Liga Profesional de ese deporte, fundada en 1965.
La situación es tan difícil, que el presente torneo Apertura podría ser suspendido por la crisis económica que atraviesan todos los clubes, según declaraciones del gerente del Olimpia, Osman Madrid, que hoy publican medios locales de prensa.
“El fútbol se está muriendo”, comentó Madrid, otrora jugador del equipo más popular de Honduras, con sede en Tegucigalpa, fundado hace cien años y último campeón del torneo Clausura.
Madrid recordó que desde hace cinco años advirtió que el fútbol comenzaba a sufrir los efectos de la poca asistencia de aficionados a los estadios, tema al que con frecuencia se refiere la prensa deportiva del país centroamericano.
Lin Zelaya, gerente del Motagua, el segundo equipo de mayor afición de Honduras, también de Tegucigalpa, lamentó el domingo pasado que en el partido que su equipo ganó por 1-0 al Victoria, apenas llegaron unos 1.000 espectadores al capitalino Estadio Nacional, con capacidad para 30.000.
Hace un par de semanas, el Motagua también jugó un partido en Tegucigalpa con menos de 800 de sus aficionados -que se hacen llamar los ‘revolucionarios’- situación que algunos comentaristas deportivos atribuyeron al bajo rendimiento que ha tenido el club en el torneo Apertura.
El Olimpia no ha mostrado espectáculo en el campeonato, pero es el único invicto tras diez jornadas disputadas hasta ahora y además es líder de la competición, pero tampoco ha sido apoyado en el Apertura por sus aficionados denominados “La Ultrafiel”.
“No creo que termine este campeonato, la situación económica está agobiante”, enfatizó Madrid, quien, además, señaló que hay equipos que le deben tres meses de salario a sus jugadores y cuerpo técnico.
En su opinión, todos los organismos involucrados en el fútbol deben reunirse para buscar una salida a la situación, porque si desaparece la primera división, Honduras tendría problemas en el futuro para integrar sus selecciones para competiciones internacionales.
La poca asistencia de aficionados también se vio el pasado día 11 de septiembre, cuando la selección de Honduras que participa en la eliminatoria para el Mundial de Brasil 2014, jugó y ganó (1-0) de local contra Cuba en San Pedro Sula, norte del país centroamericano.
Para ese partido se esperaba una masiva asistencia de aficionados en el Estadio Olímpico Metropolitano, con capacidad para 35.000 espectadores, pero los que llegaron apenas superaron los 7.000, aún con la motivación de que Honduras venía de ganarle a Cuba en La Habana por 3-0.
Madrid y Zelaya también han expresado que los equipos están subsistiendo básicamente con el aporte económico que hacen sus dirigentes.
En las diez jornadas que se han disputado del actual torneo Apertura, se han registrado taquillas tan bajas como de 97, 116, 135, 247, 254, 293, 321, 347, 910 y 990 aficionados.
El clásico entre Motagua y Olimpia que hasta hace unos pocos años podía atraer a unos 15.000 espectadores en un partido no de final, fue presenciado por menos de 10.000 personas el 19 de agosto pasado, en lo que ha sido hasta hoy la mayor recaudación en el Apertura.
Para algunos periodistas deportivos la poca afluencia de aficionados en los estadios pasa por la crisis económica que afecta a la mayoría de los hondureños, la violencia común, las transmisiones en directo de los partidos locales y el bajo nivel futbolístico mostrado por la mayoría de los equipos.
Otro factor adverso, según la crónica deportiva, es la transmisión de los partidos más importantes de algunas ligas europeas, principalmente la española, que tiene en Honduras a muchos seguidores del Real Madrid y el Barcelona.
Eso sí, la mayoría de los aficionados exige que la selección de Honduras, que dirige el colombiano Luis Fernando Suárez, clasifique al Mundial de Brasil 2014.