El partido entre Francia y Bélgica fue una batalla táctica, donde una jugada desafortunada para Bélgica decidió el resultado. El disparo de Kolo Muani, desviado por Jan Vertonghen, resultó en el único gol del partido, dejando al arquero Koen Casteels sin opciones de reacción.

Este gol permitió a Francia avanzar a los cuartos de final, donde se enfrentarán al ganador del cruce entre Portugal y Eslovaquia.

En los primeros minutos, Francia intentó acercarse al área belga con pases, pero sin éxito en superar los tres cuartos de cancha. Bélgica, en cambio, apostó por contragolpes rápidos liderados por Openda y Doku.

A los 22 minutos, Bélgica tuvo la primera gran oportunidad con un tiro libre de Kevin De Bruyne que sorprendió a Mike Maignan, quien despejó con los pies. Francia respondió con un cabezazo de Marcus Thuram que pasó cerca del poste a los 33 minutos y un potente tiro de Aurélien Tchouaméni que se fue por arriba del travesaño antes del final del primer tiempo.

En la segunda mitad, Francia mostró una mejor versión, especialmente a través de Mbappé, aunque sin efectividad en la definición. Bélgica también tuvo sus chances, con disparos peligrosos de Lukaku y De Bruyne que fueron bien contenidos por Maignan. Finalmente, a cinco minutos del final, Kolo Muani aprovechó la pasividad de la defensa belga para anotar el gol decisivo tras un desvío en Vertonghen.

Ambas selecciones llegaron a este punto después de quedar en la segunda posición de sus grupos, a pesar de ser favoritas. Francia tuvo un inicio con una victoria ajustada sobre Austria y empates contra Países Bajos y Polonia, quedando un punto por detrás de Austria.