El entrenador del Espanyol, Javier Aguirre, ha asegurado que esta noche ante el Real Madrid “el orgullo y la dignidad estaban de por medio” y que, por eso, ha buscado la victoria hasta el final, pese a no jugarse nada.
“Pueden decir que mis equipos juegan mal o bien, pero no que no tiene intensidad, carácter, orgullo o que no es profesional, eso me irrita”, ha manifestado tras empatar contra el Real Madrid (1-1).
El técnico mexicano ha insistido en que esta intensidad debe mantenerse en las tres próximas jornadas: “No sería justo ahora hacer un partido intenso y en Riazor hacer un mal papel. Nuestra afición no se merece esto, ojalá no tengamos el síndrome de equipo pequeño, que juega al máximo solo ante los grandes”.
Aguirre ha insistido en que está “orgulloso” del rendimiento de sus jugadores y no ha querido poner metas al equipo. “Nos quedan nueve puntos por disputar y vamos a ver dónde somos capaces de llegar. Nos debemos a una institución y tenemos que entregarnos siempre al máximo”, ha añadido.
Por último, el entrenador se ha mostrado diferente al haber acelerado, con el empate, el alirón del Barcelona.
“Me da exactamente igual, no lo sabía, me lo han dicho en el vestuario. Tengo otras cosas de las que ocuparme, como que nadie baje la guardia y que terminemos bien la Liga”, concluyó.