España no se cansa de ganar, de hacer historia y hoy de lograr lo que nadie ha hecho en el mundo del fútbol. Los títulos y la forma de juego que tienen los ibéricos al vencer 4-0 a Italia en la Final de la Euro no demuestran otra cosa que estar en presencia de la mejor Selección en la historia del futbol.
Cuatro efectivos y veloces latigazos le han demostrado al futbol, y a la propia España, que no es necesario tener la pelota la mayor parte del tiempo, pero si la precisión y la clase suficientes para alcanzar la gloria. Si España aburre, entonces que el futbol sea el deporte más aburrido del mundo.
La Furia Roja comenzó el partido dominando y con un Italia que poco proponía. El juego fue cayendo en un letargo que sólo una pared de Xavi y Fábregas había desentonado hasta que ese pase se combinó con la belleza.
Iniesta a Fábregas, quien le gana la carrera a Chiellini y pone un centro a la efusiva llegada de David Silva con la cabeza, es el resumen del golazo con el que España abrió el marcador a los 15 minutos.
Entonces Italia recordó lo que se jugaba. Tomó la pelota, comenzó a manejar y en el trámite Chiellini pagó las consecuencias de la batalla al irse lesionado. Balzaretti entró y mejoró el esquema.
Dos salidas con más nervio que seguridad tuvo que hacer Iker Casillas para quitarle la pelota de la cabeza a Mario Balotelli, al tiempo que Cassano, Motolivo y Marchisio probaban con tiros de media distancia para encontrarse una y otra vez al muro madridista.
La “Azurri” era más y por primera vez en la Euro un equipo tenía más tiempo la pelota que el cuadro de Vicente del Bosque.
El problema para los de Prandelli fue que hoy Xavi Hernández tuvo su mejor partido y nadie lo esperaba.
A los 41′, un motivado Jordi Alba comenzó una carrera digna de los cercanos Juegos Olímpicos para romper con velocidad el medio campo y la defensa italiana, recibir un pase de Xavi con el cual los diccionarios deberían dar la definición de exactitud y precisión, enfrentar mano a mano a Buffon y poner el 2-0.
Prandelli mandó a la cancha a Di Natale en el comienzo del segundo tiempo y aunque tuvo un remate de cabeza y un mano a mano con Iker, la suerte de Italia estaba echada.
Thiago Motta con menos de 10 minutos en la cancha se fue lesionado y ahí el partido terminó.
España se dedicó a pasear la pelota y a terminar la historia como hace cuatro años. Fernando Torres que había ingresado de cambio recibió otro excelso pase de Xavi para poner el momentáneo tercer gol y un par de minutos más tarde el pase para que Juan Mata con dos minutos en la cancha colocara el contundente y realista 4-0 que marca la diferencia entre España y los demás.