En un reciente enfrentamiento que ha capturado la atención de aficionados y críticos por igual, la NHL (Liga de Hockey Hielo de Estados Unidos y Canadá) ha vuelto a ser centro de conversación tras un episodio ocurrido en el partido entre los New York Rangers y los Philadelphia Flyers.

Matt Rempe, joven jugador de 21 años de los Rangers, y NicMattolas Deslauriers, de los Flyers, se vieron envueltos en una pelea que duró más de un minuto, un espectáculo que dejó a ambos competidores con marcas visibles en el rostro. A pesar de la violencia mostrada, árbitros y compañeros permanecieron pasivos, un reflejo de las normas de la liga que permiten este tipo de enfrentamientos.

¿Se permiten las peleas en la NHL?

La escena, lejos de ser un incidente aislado, está fundamentada en las reglas de la NHL, que permiten las peleas entre jugadores bajo un “Código” específico. Este código estipula que los enfrentamientos deben ser uno contra uno, sin el uso de sticks o guantes de cuero o plástico duro, y se detienen en el momento en que los jugadores caen al suelo.

Esta normativa busca mantener un equilibrio en el hielo, permitiendo que los jugadores “acuerden” la pelea de manera verbal o física, y luchen manteniendo un agarre en la camiseta del oponente.

Curiosamente, expertos en el deporte argumentan que la inclusión de peleas en el reglamento actúa como prevención contra lesiones graves. En un deporte donde la velocidad es un factor limitante, las peleas reguladas ofrecen una forma de “salvar cuentas” sin recurrir a golpes con el equipo o acciones peligrosas durante el juego.

Este episodio, al igual que otros similares, pone de manifiesto la peculiaridad de la NHL en comparación con otras ligas deportivas, generando tanto admiración como debate sobre la integridad física y el espíritu competitivo dentro del deporte.