FLORIANÓPOLIS, Brasil — Los técnicos de las selecciones que participarán en la Copa del Mundo están atentos a los problemas con los preparativos para la realización del certamen, pero confían en que éstos se resolverán a tiempo.
Después de participar el miércoles en un encuentro en Brasil, algunos de los estrategas que volverán con sus equipos en junio mencionaron el tránsito intenso en las calles y las posibles protestas entre los temas a los que habrá que prestar atención durante el Mundial.
Sin embargo, coincidieron en el pronóstico de que Brasil organizará un torneo exitoso.
El país sudamericano ha pasado dificultades para terminar las obras que se utilizarán durante el Mundial.
Cinco estadios siguen en construcción a menos de cuatro meses del partido inaugural, previsto para el 12 de junio. Una ciudad sede estuvo a punto de quedar excluida de la competencia, y se esperan protestas multitudinarias contra el gobierno.
Más de 20 entrenadores asisten al taller organizado por la FIFA para abordar detalles de la organización, de cara al Mundial.
Los temores de violencia durante el suceso futbolístico se desprenden de las protestas ocurridas en junio pasado, a lo largo del territorio nacional, contra la corrupción, los deficientes servicios públicos y los miles de millones de dólares erogados para organizar el Mundial de este año y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.
Ningún partido se pospuso por las protestas durante la Copa Confederaciones del año pasado. Sin embargo, hubo choques entre manifestantes y policías cerca de los estadios en varias ocasiones.
“Creo que todo saldrá bien, el único problema podrían ser las protestas”, consideró el colombiano Jorge Luis Pinto, técnico de Costa Rica. “Es posible que ocurran en algún momento y se presenten sorpresivamente, tal vez afuera de un estadio o durante un partido”.
Los técnicos atestiguaron de primera mano lo que podría ocurrir, cuando decenas de manifestantes se concentraron frente al lujoso centro turístico donde se realizó el taller en la ciudad meridional de Florianópolis. Algunas personas mostraron carteles que decían “¡Lárgate, FIFA!” y “Acaben con la pobreza”.
Varios policías se emplazaron cerca de la protesta, sin que se registraran enfrentamientos.
El entrenador de Brasil, Luiz Felipe Scolari, anfitrión no oficial del encuentro, dijo que algunas preocupaciones de los colegas con quienes habló se relacionaban con los centros de entrenamiento.
“En general, todos están contentos”, dijo Scolari. “En algunas ocasiones me preguntaron sobre los centros de entrenamiento que usarán. Pero comenzarán a visitar estos lugares y sabrán mejor qué deben esperar”.
El portugués Fernando Santos, estratega de Grecia, no espera problemas mayores durante el certamen de un mes, aunque sí le preocupa la humedad que deberán soportar los futbolistas y la posibilidad de caos vial en algunas de las ciudades anfitrionas.
“Las vialidades serán tal vez un problema”, dijo Santos. “Si hay tráfico, adiós. Dos horas en un autobús no son algo bueno”.
Las demoras con las obras de infraestructura figuran entre los predicamentos principales de las autoridades brasileñas. Para la FIFA, son particularmente graves los retrasos en la construcción de los estadios, luego que la ciudad de Curitiba, en el sur, estuvo a punto de quedar excluida del torneo.
El martes, la FIFA informó que la ciudad podrá albergar partidos, pero el estadio no estará listo sino aproximadamente un mes antes del cotejo de apertura.
“Tengo unos 25 años de experiencia con eventos de la FIFA, y al final todo saldrá bien. Tal vez con algún ajuste aquí o allá”, afirmó el técnico de Irán, Carlos Queiroz, también portugués. “Había muchas especulaciones también antes de la Copa Confederaciones, y fue un evento fantástico”.
El entrenador de la selección portuguesa Paulo Bento espera también un torneo exitoso, pese a los problemas con los preparativos.
“Creo que todo se terminará a tiempo”, opinó. “Los equipos tendrán las condiciones apropiadas para prepararse y para desplegar el mejor fútbol posible”.