Los Pittsburgh Steelers siguen vivos en la NFL y en gran parte se lo deben a la decisión de los Baltimore Ravens de jugarse una conversión de dos puntos cuando solamente necesitaban del punto extra para forzar la prórroga. La victoria fue 20-19 para los Acereros, que con esto ponen su marca por encima de .500 y son terceros en la muy apretada División Norte de la Americana, liderada precisamente por los Cuervos.

El coach John Harbaugh decidió jugarse absolutamente todo quedando unos segundos. Si bien un punto extra de Justin Tucker habría supuesto la igualdad a 19 puntos, decidieron ir por el triunfo con una jugada de engaño en la que Lamar Jackson pasó a Mark Andrews, su blanco más confiable, pero quien no pudo quedarse con el ovoide a una yarda de las diagonales.

El Heinz Field recibió a sus Steelers tras la paliza recibida hace una semana en Cincinnati y con tres partidos consecutivos sin ganar, incluido un inesperado empate contra los Detroit Lions. La defensiva dio la cara después de dos juegos recibiendo 41 puntos y logró maniatar a Lamar Jackson en solamente 55 yardas terrestres, obligándole a lanzar el balón.

Otro que elevó su nivel -al menos este domingo- fue Ben Roethlisberger, el quarterback de los Steelers que parece estar en franca decadencia, pero que en esta ocasión llegó casi a 300 yardas por pase y dos envíos a las diagonales, ambos con Diontae Johnson.

Esta fue la tercera victoria seguida de Pittsburgh sobre Baltimore, franquicias que habrán de verse las caras una vez más en la Semana 18, la última del calendario regular y en la que bien podrían ambos estarse jugando su boleto a los Playoffs en una División que tiene a los Bengals con marca de 7-5 y a los Browns con 6-6.