Quince años después de que el Real Madrid conquistara su ansiada séptima Copa de Europa, un 20 de mayo de 1998, el conjunto blanco y la Juventus de Turín se reencontraron en el estadio Santiago Bernabéu para disputar la cuarta edición del ‘Corazón Classic Match’.
Los veteranos de ambos equipos hicieron disfrutan a los aficionados que llenaron en la tarde de hoy el coliseo madridista y que tuvieron la oportunidad de volver a ver vestidos de corto a futbolistas que formaron parte de la gloria europea hace no muchas temporadas.
Distintas generaciones de dos de los equipos más laureados del continente desempolvaron recuerdos de antaño y rememoraron el encuentro que ambos disputaron hace tres lustros y veinte días en la ciudad holandesa de Amsterdam y que se llevó el Real Madrid merced a un solitario gol del montenegrino Pedja Mijatovic.
El destino del partido, orientado a recaudar fondos para la campaña ‘Solidaridad con la infancia’, de la Fundación Real Madrid, que colabora con el programa ‘Promoción del éxito escolar’, de la Cruz Roja, y el pedigrí de los participantes, compensaron la falta de tensión competitiva y el poco interés por el resultado final, algo muy habitual en este tipo de eventos.
El once titular puesto en liza por el hoy técnico madridista, Amancio Amaro, juntó a jugadores que participaron en la consecución de la séptima Copa de Europa blanca, miembros de la ‘Quinta del Buitre’ y a algunos de los llamados ‘Galácticos’, como Luis Figo, Roberto Carlos o Zinedine Zidane.
El astro francés, que dejó una huella imborrable en éste estadio durante cinco temporadas, fue el más aclamado de la tarde. El Bernabéu bullía en aplausos cada vez que el ‘5’ tocaba el esférico, con la misma delicadeza con la que lo hacía hace menos de una década.
Pasan los años y parece que el tiempo se detiene cada vez que el esférico pasa por los pies de Zidane, que juega y hace jugar a los suyos, derrochando una calidad propia sólo de los elegidos.
‘Zizou’ y el checo Pavel Nedved son jugadores así, por los que merece pagar una entrada; jugadores perennes que dominan el balón y que demuestran que, pese al paso de los años, la calidad es indeleble.
Si bien se notaron las ausencias de los líderes de aquel Real Madrid y aquella Juventus de 1998, Pedja Mijatovic y el italiano Alessandro Del Piero, si saltaron al césped del Bernabéu nombres como los de Hierro, Morientes, Karembeu, Illgner, Davids, Ferrara o Cannavaro.
Fue el portugués Luis Figo, otro de los más aclamados en la tarde de hoy, quien abrió el marcador al poco de iniciarse el encuentro gracias a un tiro certero desde la frontal del área que se coló por el palo izquierdo de la meta defendida por Tacconi, que no pudo hacer nada pese a la estirada.
La segunda parte sirvió para ver como el italiano Fabio Cannavaro cambiaba las franjas blancas y negras de la Juventus por el blanco impoluto de la camiseta del Real Madrid, y saltaban al césped leyendas madridistas como Carlos Santillana o Emilio Butragueño.
El 1-1 llegó a 20 minutos de la conclusión gracias a una gran triangulación entre Nedved y el uruguayo Paolo Montero, que sólo tuvo que empujar a la red un excelente balón que le puso el centrocampista checo.
Sin embargo, instantes después, Iván Pérez fue el encargado de subir el 2-1 definitivo al electrónico tras aprovechar un pase de la muerte desde la derecha de Dani y dejar sentado a Angelo Peruzzi.
El coliseo blanco aprovechó para darle una última y ruidosa ovación a Zidane cuando éste cambió de equipo y defendió, durante poco más de diez minutos, los colores del equipo ‘juventino’.