El 3 de junio de 1997, el Estadio Gerland, Lyon fue el escenario de uno de los momentos más increíbles en la historia del fútbol. Y es que Roberto Carlos hizo un gol fuera de la realidad en el partido amistoso entre Francia y Brasil, que terminó con un empate a un gol. Hoy, ese hermoso tanto cumple 24 años.

El lateral izquierdo del “Scratch” desafió las leyes de la física, ya que cobró un tiro libre con su pierna mágica de manera espectacular, que se quedó grabado en la memoria de los aficionados al futbol.

Con el paso del tiempo se estudió el efecto que hizo el balón y se concluyó que no había sido una casualidad sino que el tiro logró el término científico conocido como”efecto magnus”.

¿Qué es el efecto magnus? 

David Quere fue el científico que en 2010 participó en el estudio que se realizó del tiro libre de Roberto Carlos.

“Nos topamos con una ley inesperada de la física, pero es posible que se repita”, reveló en aquel entonces el científico a la agencia de noticias AP.

Él, junto con sus colegas desarrolló una ecuación para revelar la extraña trayectoria del tiro libre, por lo que utilizó una pequeña pistola para disparar balas al agua a 100 Km. por hora (la velocidad aproximada que llevaba el tiro de Roberto Carlos), con lo que descubrieron que la trayectoria de una esfera que gira es un espiral.

Tras realizar el estudio, se confirmó el “efecto magnus”, de tal modo que  los científicos lo nombraron; “espiral del balón giratorio”, algo que surge luego de unos 40 metros con la pelota, cuando ella pierde velocidad, el “efecto magnus” se hace más prominente, lo que finalmente genera un espiral (ya que la rotación es la misma).