Los Patriotas de Nueva Inglaterra, la última gran dinastía de la NFL, pone a prueba esa etiqueta frente al actual campeón de la NFL, los Halcones Marinos de Seattle en el Super Bowl XLIX, mismo que arranca a las 17:30 hrs.
El equipo que ganó tres campeonatos en cuatro años al inicio del nuevo siglo, se enfrenta a un rival que quiere lograr lo que nadie ha logrado en una década; ser Bicampeón. Precisamente los Patriotas de 2004-2005 fueron el último equipo en hilar títulos en la NFL; Dallas es el último equipo de la Conferencia Nacional que lo ha conseguido, en 1993-1994.
De la mano del dúo Bill Belichick-Tom Brady, los Patriotas saborearon el éxito en sus tres primeras visitas al Súper Tazón, mientras que en sus últimas dos, se fueron con la derrota frente a los Gigantes de Nueva York. A pesar de ello mantienen su etiqueta de equipo dinastía, pero una tercera derrota al hilo, ya los pondría abajo de los gloriosos Acereros de los años 70, 49ers de los 80 o Vaqueros de los 90.
Los Halcones Marinos vienen de apalear a los Broncos de Denver en la edición XLVIII por marcador de 43-8, basados en el trabajo de una defensiva que los tiene un año más tarde, otra vez en el duelo por el Trofeo Vince Lombardi.
El año anterior, Seattle controló a Peyton Manning, ahora se trata de Tom Brady, quien se convertirá en el primer quarterback con seis apariciones en el SB y el segundo en la historia empatando al tackle defensivo Mike Lodish.
Nueva Inglaterra tiene una de sus últimas oportunidades para llegar a la gloria antes del retiro de Brady, quien ya tiene su lugar asegurado en el Salón de la Fama.
Un triunfo de Seattle, por su parte, representaría el comienzo de una historia llamada dinastía.