Después de casi cinco meses lesionado, a raíz de una enfermedad que afecta su pie izquierdo, Rafael Nadal ha vuelto a disputar un torneo de la ATP y lo ha conseguido ganar. El ATP 250 de Melbourne de este año lo ganó sin problemas, al derrotar a Maxime Cressy 7-6 (6) y 6-3 en un torneo que, si bien no es de máxima categoría, es una buena preparación de cara al Abierto de Australia.

“Tener un trofeo debajo del brazo significa mucho después de haber estado tanto tiempo parado por lesión”, señaló el tenista español que, acto seguido, elogió a su rival: “Maxime es algo nuevo que le trae al juego y le deseo lo mejor para el resto de su carrera”.

A pesar de que no es un torneo de máximo nivel, Nadal mostró un buen nivel físico y competitivo al ganar sus tres disputas, contra Berankis, Ruusuvuori y Cressy respectivamente sin ceder un solo set. Sin duda, una gran puesta a punto para el Grand Slam que arranca el 17 de enero.

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Tuvo que detenerse en agosto 

El pasado 6 de agosto Nadal se vio en la obligación de dejar, provisionalmente, el tenis por una delicada lesión, algo sumamente peligroso a sus 35 años. Recientemente disputó un torneo de exhibición en Abu Dhabi, sin embargo, además de perder sus dos encuentros (contra Murray y Shapovalov), se contagió de Covid-19, por lo que su participación en el Abierto de Australia estuvo en duda.

Sin embargo, el español lo superó antes de viajar a Melbourne, donde ya se ha puesto a punto para intentar ganar su primer gran título ocho meses después, cuando en mayo de 2021 derrotó a Novak Djokovic en el Masters 1000 de Roma.