Por si Vicente del Bosque tuviese pocos dilemas con el centro delantero de España, ahora le ha salido otro aspirante a ese puesto, Roberto Soldado. Generalmente David Villa y Fernando Torres se disputan esa plaza, pero Soldado se ha trenzado en la pelea.
Lo curioso es que Del Bosque a veces ni siquiera usa un hombre de área sino que prefiere emplear a Cesc Fábregas como “9 falso”, que llega de atrás. “Me esfuerzo todos los días por ser el 9 de España y por quedar en el equipo”, declaró Soldado el jueves en medio de una tormenta tropical.
“La selección tiene dos formas de jugar, la tradicional y la otra”, dijo Soldado. “Poder hacer eso le da al técnico buenas alternativas. Es positivo para el equipo”. Del Bosque no ha dicho qué estrategia piensa usar en la Copa Confederaciones, que España nunca ganó.
Se quedó con las ganas de enfrentar a Brasil en la final soñada en el 2009 cuando cayó sorpresivamente ante Estados Unidos 2-0 en las semifinales. El torneo asoma como una gran oportunidad de ganar estatura para Soldado, un jugador que surgió de las filas del Real Madrid pero no pudo triunfar en ese club.
“Un campeonato de este nivel es importante no importa dónde se juegue”, manifestó el delantero. “Tal vez sea más especial porque se juega en Brasil, dada la tradición que hay aquí. Para mí será muy especial porque es mi primer campeonato con la selección”.
Ha estado lloviendo fuertemente en Recife, donde se ha instalado España, y Soldado cree que eso puede beneficiar a su equipo, habituado a hacer un juego de relampagueantes pases cortos. “Con un poco de lluvia, cambia la velocidad de la pelota”, afirmó. “Podría ser importante porque la tradición en Sudamérica es jugar en terreno seco y mover el balón con lentitud. La lluvia podría darnos una mano”.