Hace dos meses tomó la llamada en la que aceptó la fecha del 15 de marzo para su debut, entonces Francisco Javier Treviño Ibarguen pesaba más de 205 libras y tuvo que hacer el sacrificio más grande de su vida para dar el límite del peso pluma, 155 libras.
“El mayor problema fue el corte porque solo me dieron dos meses; estaba en 205 libras, pero afortunadamente todo está bien”, dijo al tamaulipeco, quien ya marcó 159 libras, muy cerca de su meta.
Pero el desgaste se percibe en su rostro y ánimo, las implicaciones de llegar al UFC lo llenan de sentimientos encontrados.
“Es un sueño que todavía no puedo creer que esté pasando, pero aquí estoy y hay que darle para adelante”, dijo Frank a los medios mexicanos que hicieron el viaje a Dallas para verlo pelear.
Con la voz entrecortada, Frank trató de expresar su dedicatoria para este combate: “Es para mi abuelita, no había dicho nada, pero mi abuelita falleció hace un mes, y no pude ir a su funeral, es una persona que siempre vio por mi y la quiero bastante, se llamaba María de Jesús Hernández, siempre me cuidó y nunca la voy a olvidar”, enseguida, Treviño tocó su ojos y rompió en llanto.
Teviño nació en Reynosa, pero se mudó a Camargo con su familia, luego cruzó la frontera para establecerse en Edimburg, Texas, donde se siente lleno de apoyo, pero se sorprendió, para bien, con el impulso en redes sociales que le dio el aficionado mexicano a las artes marciales mixtas.
“El apoyo de la gente latina es algo que no me esperaba y es más presión porque no quiero defraudar a los mexicanos”, agregó el llamado “Sitkayan” por su formación como peleador de Muay Thai, quien contenderá el sábado 15 de marzo ante Renee Forte, en una de las peleas preestelares de UFC 171.