La selección de Portugal, que celebró hoy los cien partidos como internacional de Cristiano Ronaldo, empató en casa ante Irlanda del Norte (1-1) y complicó su clasificación directa para el Mundial del 2014.
Rusia lidera el grupo F con doce puntos, cinco más que los portugueses, que tienen los mismos puntos que la selección de Israel.
Niall McGinn adelantó a los norirlandeses en el minuto 30, mientras que Hélder Postiga igualó el encuentro en el 78.
El partido que supuso la coronación de Cristiano, que con 27 años sumó cien presencias internacionales, registro apenas por debajo de Luis Figo (127) y Fernando Couto (110), fue un trago a amargo para los lusos, incapaces de encontrar el camino al gol.
La lluvia y viento que reinaron en el estadio Do Dragao fueron una premonición de las dificultades portuguesas.
Los norirlandeses, aparentemente mejor adaptados a un clima propicio para su fortaleza física, desesperaron a los locales.
Sus tupidas líneas ahogaron la creatividad lusa en el centro del campo y achicaron espacios al extremo Nani y a Cristiano Ronaldo, los puñales de Portugal.
El “siete” del Real Madrid fue la única luz que se vislumbró en la selección portuguesa durante varias pases del partido.
Escorado a la izquierda filtró en los primeros 20 minutos dos peligrosos pases esculpidos por los británicos.
Más tarde, se cambió a la derecha y volvió a lograr un tenso centro que no encontró destinatario.
A Cristiano, le acompañó en esporádicos ataques el lateral Miguel Lopes, pues ni Joao Moutinho ni Rúben Micael, los medios creativos, estuvieron inspirados en ataque. Lopes, el ex del Betis, tuvo una de las mejores ocasiones al rematar cruzado en el minuto 5.
Irlanda del Norte se pertrechó con ahínco y decidió explotar la vía aérea y los contragolpes. En uno de ellos, Niall McGinn recibió en franca posición y fusiló a Rui Patricio.
El golpe ahondó en el desacierto luso. Hasta el descanso apenas se acercaron a la portería de Roy Carroll a balón parado y fue precisamente en un córner cuando los lusos casi equilibran el marcador. McGivern cabeceó involuntariamente a su propio larguero.
En el segundo tiempo, Portugal refrescó sus ideas. Micael lamió el larguero con un duro remate desde fuera del área y, después, Nani sirvió desde la derecha a Cristiano, cuyo remate repelió con las piernas Carroll.
Los ataques portugueses, más ágiles y frescos que los del primer periodo, encajonaron a los visitantes. Nani, de nuevo, desbordó, pero su pase de gol no halló receptor.
Con Silvestre Varela en terreno, Paulo Bento apostó por alimentar el ataque y situó a Cristiano en zonas centrales para explotar su instinto goleador. En un control a pase de su colega del Real Madrid Pepe, merodeó el gol, desbaratado por la zaga rival.
Cuando la angustia apretaba, el zaragozista Hélder Postiga, en su tercer intento, recibió en el área pequeña, se revolvió y empató a falta de 12 minutos.
Entonces, los locales ya atacaban con cinco jugadores -el delantero del Braga Éder había ingresado dos minutos antes- y defendían con solo tres.
Valera y Nani con dos disparos desde fuera del área se acercaron al segundo tanto. Éder también lo acarició, pero el tiempo se consumió sin que Portugal lograse dar la vuelta.