Checo Pérez protagonizó un final de carrera dramático este domingo en el Gran Premio de Estiria, en Austria, al terminar en cuarto lugar y a tan solo 0.5 segundos de Valtteri Bottas, quien resistió como pudo el último embate del tapatío, a quien “le faltó” una vuelta para rebasarle y enmendar lo sucedido temprano en pits.

Esta vez, Red Bull Racing le jugó en contra a Checo porque su primera parada en pits demoró cuatro segundos, cuando el tiempo ideal es de dos. En un deporte tan veloz y que se decide a veces por fracciones de segundos, eso fue costosísimo para Pérez, quien entró a pits cuando iba tercero en la vuelta 26, tras arrancar en cuarto pero habiendo adelantado en la vuelta 10 a Lando Norris.

El mexicano se mantuvo al acecho de Bottas para arrebatarle el último lugar de podio y cuando estaba a alrededor de dos segundos de distancia, Red Bull lo mandó llamar de nuevo a pits para cambiarle los neumáticos y así tener más recursos para intentar superar al finlandés.

Era la vuelta 54, a solo 17 de las 71 pactadas. Con la parada, Pérez llegó a tener alrededor de 20 segundos de desventaja respecto a Bottas, quien solo paró una vez pero por lo mismo desgastó más sus neumáticos. El tapatío poco a poco fue recortando la distancia, hasta que en la última vuelta estaba a menos de un segundo.

Ese ritmo le habría hecho pasar a Bottas algunos metros más adelante, sin embargo, ya no había carrera para que el mexicano alcanzara podio pues cruzó la meta a medio segundo del finlandés, pisándole los talones.