En una sesión de entrenamientos libres inusualmente extensa de 90 minutos, el piloto monegasco Charles Leclerc, al volante de un Ferrari, se destacó al liderar la tabla de tiempos en el Gran Premio de Las Vegas. La sesión, que comenzó dos horas y media después de lo programado debido a un incidente previo de Carlos Sainz con una alcantarilla abierta, vio a Leclerc en la primera posición, seguido por Sainz, Fernando Alonso y ‘Checo’ Pérez.
Los primeros treinta minutos de la sesión estuvieron marcados por el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), quien logró el mejor tiempo con neumáticos medios. Sin embargo, los pilotos de Ferrari, Leclerc y Sainz, rápidamente se colocaron en la cima de la clasificación, seguidos de cerca por Alonso.
A pesar de las dificultades iniciales, con un cambio de horario y la cancelación de la primera sesión de entrenamientos después del incidente de Sainz, los Ferrari lograron imponerse, buscando redimirse del contratiempo anterior.
Charles Leclerc marcó el mejor tiempo de la sesión con neumáticos blandos, registrando un crono de 1:35.265, seguido por Sainz a 517 milésimas y Alonso a 528. Max Verstappen, líder del campeonato, quedó en la sexta posición, a casi un segundo del tiempo de Leclerc.
En medio de las circunstancias excepcionales que rodearon la sesión de entrenamientos, el piloto español Carlos Sainz, compañero de Leclerc en Ferrari, enfrentará sanciones. A pesar de que los cambios en la batería, el motor y el chasis de su monoplaza fueron resultado de un incidente inusual al pasar por encima de una tapa de alcantarilla mal sellada en la primera sesión, los comisarios de la FIA han determinado aplicar las sanciones obligatorias especificadas en el reglamento deportivo de la Fórmula 1.
Aunque los comisarios reconocen las circunstancias atenuantes y desafortunadas, el reglamento no les permite conceder una derogación. El director general de Scuderia Ferrari, Frédéric Vasseur, describió el incidente como “inaceptable” y confirmó la necesidad de cambiar el chasis, el motor y la batería del monoplaza de Sainz.
El equipo de ingenieros de la Fórmula 1 trabajó intensamente para sellar las alcantarillas sueltas en el circuito tras el incidente, lo que provocó un retraso en la sesión y una duración excepcional de 90 minutos en los segundos entrenamientos libres del GP de Las Vegas.