Sergio Pérez tuvo un Gran Premio de Gran Bretaña para el olvido, pero lejos de ser culpa del piloto mexicano el no poder acabar la Q1 el sábado. El domingo salió de los pits por los arreglos que le hizo su equipo a su monoplaza, y en la primera parte de la carrera, parecía que el mexicano lo iba a lograr.
Sin embargo, cuando la lluvia amenazaba en llegar al Circuito de Silverstone, los ingenieros de Checo Pérez lo llamaron a boxes para cambiar sus neumáticos a intermedios y probarlos en pista mojada. El problema es que la llovizna duró poco menos de cinco minutos y las gomas ya no eran funcionales.
De inmediato, se observó como el piloto mexicano perdió potencia y, como ya era parte de los últimos lugares, fue rebasado por los pilotos que lideraban la carrera como Lewis Hamilton, George Russell y Lando Norris.
Tras la carrera, Checo Pérez fue cuestionado sobre esa decisión de su equipo sobre cambiar a gomas intermedias cuando no era necesario, y el tapatío dejó en claro que fue una orden de sus mecánicos y confirmó que lo utilizaron para probarlo primero con él y después con Verstappen, aunque con el neerlandés no fue necesario.
“Fue decisión del equipo, en ese momento. Yo creo que fue un poco arriesgar, la posición en donde estábamos, lo intentaron, arriesgaron, pero al final no funcionó para nada”, declaró Checo Pérez con cara, evidentemente, de preocupación por los últimos resultados que ha tenido.