El capitán de la selección escocesa, Andrew Robertson, desea que el país entero, incluidos los niños, apoyen al equipo en la Eurocopa, en su primera gran competición internacional desde hace 23 años.

Robertson, quien solo tenía cuatro años en la última participación de su país en el Mundial-1998 de Francia, llamó a todas las escuelas a dejar a sus alumnos seguir los partidos.

“Muchos niños, adolescentes e incluso adultos jóvenes no nos han visto nunca en un gran torneo (de futbol)”, declaró este domingo el lateral izquierdo del Liverpool.

“Las escuelas también podrían acordar un permiso. Queremos que todo el país esté detrás de nosotros. Para mí este momento ha tardado mucho en llegar, nos toca poner una sonrisa en sus caras”, añadió el de Glasgow.

Los escoceses debutan en la competición el lunes en Glasgow contra República Checa (13h00 GMT), ante 12.000 espectadores autorizados a entrar en el estadio Hampden Park.