Saúl Álvarez nos ha acostumbrado a un perfil bajo, tranquilo, sereno cada vez que está frente a las cámaras o en un evento público, sin embargo todo eso cambia cuando se trata de la familia y el sábado pasado dejó salir al Canelo más eufórico para apoyar a su hermano Ramón en la pelea que tuvo ante Omar Chávez.

El mejor libra por libra del mundo se dio cita desde muy temprano en el Estadio Jalisco para alentar al Inocente desde los camerinos, donde ahí le dio unos últimos consejos antes de salir al ring.

Siempre acompañado por Eddy Reynoso, Saúl se integró al equipo de Ramón, rezaron juntos y entonces sí, salieron al cuadrilátero.

En un videoblog publicado por el canal ‘En La Jugada’ se observa todos los movimientos del tapatío en la noche del sábado, donde los nervios, la emoción y el entrenador que ya lleva dentro salieron a flor de piel.

Una vez iniciado el combate, Canelo no dudó ni un segundo en dar instrucciones desde abajo, le gritaba a su hermano con la voz a reventar al igual que su madre sentada a un costado.

Celebraba cada buena decisión de Inocente Álvarez en la batalla y se llevaba las manos a la cabeza cada que le conectaban. Y a pesar de todo ese cúmulo de emociones, Canelo también se dio tiempo de tomarse foto con un pequeño que se le acercó.

Fue tanta la euforia que terminó con el rostro enrojecido y hasta llegó a golpear sin querer a su pareja que estaba sentada detrás suyo.

A final de cuentas, Ramón venció a Omar Chávez y Canelo se llevó la noche al ser parte de la despedida de Julio César Chávez en un momento histórico y emotivo para el boxeo mexicano.