Los seleccionados brasileños, que tuvieron descanso después del debut en el Mundial, corrieron cerca de diez minutos en la cancha de la Granja Comary y después dieron unos toques al balón mientras bromeaban.
Los jugadores que fueron suplentes en el partido contra Croacia jugaron un partido de entrenamiento contra el equipo juvenil del Fluminense.
Al final del entrenamiento, varios jugadores de la selección anfitriona fueron a saludar a los aficionados que se encontraban junto a la valla que separa el centro de entrenamientos de la calle.
Brasil entrenará en Teresópolis y viajará a Fortaleza, ciudad donde el próximo martes 17 de junio jugará contra México.