Tom Brady sigue haciendo historia, no importa el equipo, su nombre es sinónimo de Super Bowl y lo jugará por décima ocasión, ahora con los Buccaneers y tendrá como ingrediente especial, que lo hará en casa, ya que la sede de la edición LV es Tampa Bay.
A Brady no lo intimida nada, ni el frío, ni el rival, ni el escenario y lo demostró en la primera serie ofensiva del partido que terminó con pase de 15 yardas a la zona de anotación para Mike Evans.
Rodgers reaccionó y en el inicio del segundo cuarto empató el partido al conectar con Marquez Veldes-Scantling un envío de 50 yardas para touchdown.
Sin embargo, en menos de dos minutos los Bucs anotaron de nuevo con acarreo de 20 yardas de Leonard Fournette y la defensiva de Tampa se fajó en zona roja para solo permitir tres puntos más a Green Bay en la primera mitad.
El último minuto del segundo cuarto fue catastrófico para los Packers, Rodgers fue interceptado cuando buscaban acercarse en el marcador y con ocho segundos en el reloj, Brady lanzó se segundo pase de TD del partido al conectar con Scott Miller, engañando a la defensiva que esperaba un pase rápido a la banda, pero el envío fue de 31 yardas y terminó en las diagonales.
El partido se fue al medio tiempo 21-10 a favor de los Buccaneers, que incrementaron la ventaja en el inicio del tercer periodo, nuevamente aprovechando una entrega de balón tras un fumble de Aaron Jones.
Brady no desaprovechó la posición de terreno y con pase de ocho yardas para Cameron Brate se alejaban a 18 puntos de los Packers, para poner a prueba a Rodgers, que estaba obligado a demostrar que debe ser el MVP de la temporada.
Los Packers reaccionaron con 13 puntos en el mismo tercer cuarto, producto de dos pases de TD de Rodgers, el primero para su ala cerrada Robert Tonyan y el segundo para Davante Adams, para aprovechar la intercepción de Brady.
Para el último cuarto la diferencia sólo era de cinco puntos, ya que los Packers fallaron la conversión, pero su defensiva se agrandó y Jaire Alaxander interceptó en dos ocasiones a Brady para mantener viva la ilusión de los ocho mil 500 aficionados que se dieron cita en Lambeau Field.
Con menos de cinco minutos en el reloj, los Bucs con un gol de campo pusieron diferencia de ocho puntos. La decisión polémica llegó cuando en cuarta y ocho para anotar, el coach Matt LaFleur, prefirió ir por tres puntos que buscar la anotación, para confiar en que su defensiva parara a Brady al tener sus tres tiempos fuera, pero con dos minutos en el reloj.
Brady consiguió el primero y diez que necesitaba para acabarse el reloj, tras una infracción que marcaron los oficiales para terminar con toda esperanza de los Packers, que por segundo año consecutivo se quedaron en el juego de campeonato, ahora la caer 31-26.