Barcelona y Real Madrid mostraron este lunes su oposición a que la Supercopa de España se juegue en China a partir del año que viene, durante la reunión convocada por la Federación Española de Futbol (RFEF) con los clubes de Primera división para abordar el tema.
Los últimos contendientes de la Supercopa, en la que el Real Madrid ganó el título el pasado agosto tras derrotar (2-1) al Barça en el partido de Vuelta después del 3-2 de la ida encajado en el Camp Nou, son los que han mostrado su rechazo a la iniciativa de la RFEF, que el pasado junio alcanzó un acuerdo para llevarla a Pekín.
Así lo explicó al término de la reunión celebrada en la Ciudad del Futbol de Las Rozas el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, quien dijo que “a la mayoría de los clubes sí les interesa” y que habrá una junta de la Federación para ver qué se decide.
“Ellos han expuesto sus circunstancias y nosotros las nuestras. A nosotros nos interesa jugar en China y al Real Madrid y al Barça no, son motivos justos y los deben explicar los interesados. Para nosotros es una cuestión económica y vamos a ganar mucho más dinero jugando allí que aquí”, afirmó.
Cerezo comentó que entre los motivos para no jugar en China están las aficiones y el hecho de que jugarla en España permite disputar un partido en casa y otro fuera.