Un tanto de Xavi Hernández en el minuto 87 sirvió al Barcelona para abrir el marcador ante el Granada, firmar su quinta victoria consecutiva y acabar con el lío que le había planteado hasta entonces el equipo andaluz, quien en el tiempo añadido vio cómo su defensa Borja Gómez marcó el 2-0 en propia puerta.
Masticar el partido ante un equipo con mucho oficio y con el sello de un entrenador criado en la Segunda División, José Antonio Anquela. El Barça se encontró con un escenario repetido. Demasiada densidad en la zona de construcción del rival y falta de circulación del balón por parte de los de Vilanova, que este sábado regresó al banquillo tras su sanción.
Sin Xavi, que no jugó de salida, la construcción era tarea para Cesc y Thiago Alcántara, pero el peligro lo llevó casi siempre Dani Alves, con sus incursiones por la derecha. El Granada contraatacó con las subidas por esa banda del brasileño Guilherme Siqueira, el más activo, junto con Brahimi, de los andaluces.
Al intermedio se llegó sin goles y con una imagen que dibuja la situación: la de la discusión entre Messi y Villa por una jugada en la que el asturiano no jugó de primeras con el argentino.
No lo vio nada claro Vilanova y puso en juego a Xavi y Pedro por Thiago y Villa en el minuto 53, a pesar de que en siete minutos, los azulgrana tuvieron dos ocasiones por medio de Villa y del camerunésAlex Song.
Con Xavi, el Barça mejoró en la circulación y en el criterio de juego, las ocasiones se multiplicaron, elGranada reculó cada vez más y a los de Vilanova, aunque no les sobraba imaginación, sí cercaron más la meta de Toño.
El Barça arriesgó con tres atrás y cuatro delanteros. Si Toño estuvo estelar, Valdés salvó prácticamente el 0-1 en una acción ante Orellana en los minutos finales. Después apareció Xavi y su gol y el tanto en propia puerta de Borja Gómez.
La victoria es la quinta consecutiva en Liga. Quince puntos sobre quince posibles y máxima presión para los rivales, pero el futbol del Barça no está a la altura de sus números.