FC Barcelona y Málaga jugarán mañana, sábado, en el Camp Nou la última jornada de Liga, en la que el equipo catalán tiene como aliciente la victoria que le acerque al récord de 100 puntos, marca que ostenta el Real Madrid de la temporada anterior, y que el equipo de Tito Vilanova pretende igualar, con el título de Liga ya conseguido.
El choque de mañana en el Camp Nou, irrelevante porque no decidirá ninguna posición que comprometa los objetivos de los dos equipos, aunque el Málaga quiere terminar sexto, también tiene sabor a despedida en ambos conjuntos, ya que en el equipo andaluz Manuel Pellegrini dirigirá su último partido, mientras que el Barça despedirá a uno de sus ídolos, Eric Abidal, a quien el club le rendirá un homenaje cuando concluya el encuentro.
Pero no sólo Abidal podría disputar su último partido. Víctor Valdés, que ya ha anunciado que no renovará su contrato cuando concluya el vigente (finaliza el 30 de junio del 2014), podría acabar traspasado este verano, incluso David Villa, cuya continuidad ha generado mucho debate estos últimos meses.
Barcelona afronta el choque de mañana con 97 puntos, a tres del récord de anotación en una Liga, que obtuvo el equipo madridista el año pasado, con Jose Mourinho. En el conjunto catalán, que viene de derrotar al Espanyol en su feudo (0-2), la marca de los 100 puntos se ha erigido en la gran obsesión.
Para este cometido, el Barça no podrá contar con el lesionado Lionel Messi, que desde hace semanas ya dio por perdida la temporada, ni tampoco con el capitán, Carles Puyol, también convaleciente tras su operación.
Volverá a ser un partido, como en los últimos, en que Tito Vilanova no promoverá grandes rotaciones por el interés de llegar a los 100 puntos, hecho por el que se volverá a ver un Barça plagado de titulares.
El Málaga quiere acabar la temporada en la sexta posición, para lo que necesita un punto que buscará mañana contra el Barcelona, en un Camp Nou poco apropiado, o esperar a que el Betis empate o pierda en su enfrentamiento con el Levante, en Valencia.
El equipo malagueño, en una de sus mejores temporadas, desea acabar bien el campeonato en lo que será la despedida del técnico Manuel Pellegrini, y de varios jugadores, que debido a la reestructuración económica, emprenderán su marcha a otros equipos españoles y europeos.
El Málaga ya está clasificado para la Europa League, pero su objetivo es terminar sexto, ya que, en el caso de que el TAS, algo muy difícil, levante la sanción impuesta por la UEFA, jugaría una eliminatoria menos, que si finalmente es séptimo.
Sin embargo, el rival del Málaga no es el más apropiado, que lucha por los cien puntos, y en un campo donde en escasas ocasiones ha ganado y los últimos antecedentes en Liga son derrotas, aunque hay una mínima esperanza como sucedió esta campaña en la Copa del Rey, donde logró un empate a dos goles.
Pellegrini, ha convocado a diecinueve jugadores: los guardametas Caballero y Pol; los defensas Gámez, Lugano, Onyewu, Weligton, Antunes y Sergio Sánchez; los centrocampistas Eliseu, Camacho, Toulalan, Portillo, Morales y Joaquín, y los delanteros Isco, Baptista, Santa Cruz, Saviola y Sebastián Fernández.
Son bajas, por lesión, el guardameta camerunés Carlos Kameni; el centrocampista chileno Manuel Iturra y el defensa argentino Martín Demichelis, y por decisión técnica el centrocampista portugués Sergio Paulo Barbosa “Duda” y el delantero brasileño Lucas Piazon.