El extremo galés del Tottenham, Gareth Bale, se sometió a pruebas médicas que han dictaminado que deberá estar unas dos semanas apartado del equipo para recuperarse de una lesión de tobillo que sufrió anoche en un encuentro de la Liga Europa ante el Basilea (2-2).
Bale, de 23 años, salió en camilla del césped de White Hart Lane tras torcerse el tobillo en un aparatoso encontronazo con el suizo David Degan, si bien el escáner ha descartado que el galés sufra una lesión grave, informó la cadena británica BBC.
El técnico del Tottenham, el portugués André Villas-Boas, señaló tras el partido europeo que Bale sufría “mucho dolor” en un tobillo que ya se había lesionado en el pasado.
A pesar de que los medios británicos apuntaron la posibilidad de que el galés se perdiera lo que resta de temporada, los médicos han avanzado que el jugador podría estar listo para reaparecer el 21 de abril, en un encuentro de la liga inglesa ante el Manchester City.
Bale, uno de los jugadores que más ha brillado durante esta campaña en la Premier, ha disputado durante el curso 38 partidos con los “spurs”, en los que ha anotado 22 goles.
En liga, el galés suma 17 tantos y se mantiene como tercer máximo goleador del campeonato, solo por detrás del holandés del Manchester United Robin Van Persie, con 19 goles, y el uruguayo del Liverpool Luis Suárez, con 22.
El buen estado de forma de Bale esta temporada ha levantado rumores sobre su posible marcha a clubes como el Real Madrid, el Bayern Múnich y el Manchester City, que según la prensa británica deberían ingresar 60 millones de libras (68 millones de euros) en las arcas del Tottenham para ficharle.