Faltan menos de dos días para que México y Camerún pongan a rodar el balón en el Estadio das Dunas y aún se ven obras en las afueras del inmueble.
Un problema que ha tenido Brasil con la organización del Mundial es el tema de los estadios, ya que hay varios que aún no están totalmente terminados. En este inmueble aún se ve gente trabajando a marchas forzadas para dejarlo impecable antes del viernes cuando abra sus puertas a la afición.
Por dentro luce fantástico. Aunque faltan unas butacas por colocar, todo lo demás está listo, el sonido, las pantallas, la iluminación y sobre todo el campo de juego.
Pero por fuera, aún hay mucha maquinaria pesada trabajando y bastantes obreros, tratando de afinar los últimos detalles para dejar completamente listo el lugar antes del juego.
Lo que parece que será un problema el día del partido es el tema del tráfico, ya que a los alrededores del inmueble aún quedan obras viales que no alcanzaron a terminar y esto podría provocar un caos vehicular antes de llegar al Estadio das Dunas.