Con su victoria sobre el West Ham (2-0), este miércoles en la 17ª jornada, Arsenal le arrebató a su rival la cuarta plaza en la clasificación, sinónimo de billete para la próxima Champions, cuando el covid-19 provocó de nuevo el aplazamiento de un partido, el Burnley-Watford.

La Premier League anunció que el inicio de ese partido en Burnley no sería dado “debido a una serie de casos de covid-19 en la plantilla del Watford”. El futbol, de todas maneras, pudo disputarse con un derbi londinense de lo alto de la tabla, con triunfo del Arsenal.

Con 29 puntos, superó a su rival, que cuenta 28, pero Manchester United, sexto con 27 y un partido menos, así como Tottenham, séptimo con 25 y tres partidos menos, uno en Leicester el jueves, no están lejos de los Gunners. Tras haber apartado a Pierre-Emerick Aubameyang, al que quitó el brazalete por un tema de disciplina, Mikel Arteta eligió al francés Alexandre Lacazette como capitán para este partido.

El francés hizo un buen partido, aunque falló un penal, que habría dado tranquilidad en el marcador a una veintena de minutos del final.

Lacazette dio una asistencia perfecta en la apertura del marcador del brasileño Gabriel Martinelli (1-0, minuto 48).

Pero el balance no fue del todo rosa para los Gunners, que no conseguían distanciarse en el marcador, ni siquiera cuando el checo Vladimir Coufal fue expulsado en la jugada del penal, pese a varias ocasiones netas.

El Arsenal tuvo que esperar al minuto 87 y un gol de Emile Smith-Rowe para respirar.

Para confirmar sus ambiciones esta temporada, Arsenal deberá demostrar su buen momento en las dos próximas jornadas, con desplazamientos a Leeds (16º) y Norwich (20º), cuando es solo el duodécimo mejor equipo en partidos como visitante en la Premier League.​​​