Arsenal logró un trabajado triunfo en su debut en la Champions League por 1-2 ante un Olympique de Marsella, que se enfrentó a los londinenses en su recién estrenado Estadio Velódromo, y pagó caro un gran error defensivo por parte de Morel.

El fallo del defensor galo permitió a Walcott marcar el primer tanto de la presente temporada, y de paso conseguir tres puntos para los “Gunners” contra el rival teóricamente más débil de un grupo en el que también están el Nápoles y el Borussia Dortmund.

Después, en los momentos finales del partido, Ramsey puso el segundo en la cuenta de los ingleses en una jugada personal y ya en el tiempo de descuento, Ayew redujo distancias cuando ya no quedaba más tiempo para la reacción francesa.

El marcador hizo justicia al dominio territorial del equipo de Arsene Wenger a lo largo del encuentro, aunque por ocasiones de gol fueron los franceses los que dispusieron de mayores oportunidades.

Arsenal hizo gala de una gran eficacia, si bien no fue un equipo brillante. Mesut Özil, que había conducido al conjunto londinense en los últimos duelos, apenas apareció, y el equipo demostró falta de claridad a la ofensiva.

La defensa adelantada de los Gunners hizo que Gignac cayera en numerosas ocasiones en fuera de juego.

Tras el descanso, el Marsella pareció más decidido a buscar el tanto, lo que se tradujo en dejar más espacios en el sector defensivo del terreno de juego.

Por su parte, los británicos siguieron dominando, pero su presencia se tradujo en escasas ocasiones. Gibbs dispuso de una ocasión de pleigro en el minuto 54 a pase de Özil, pero Mandanda mostró sus buenos reflejos.

Seis minutos después, un fallo de Mertesacker en el despeje de un balón estuvo a punto de costar caro al Arsenal, pero Gignac no anduvo acertado en la definición.

Para el 64, llegó el tanto de Walcott, tras el grave error de Morel, y el Marsella se lanzó agresivamente en busca del empate.

Pero lo que hasta ese momento había sido orden y disciplina se había roto por completo. El Arsenal apenas tuvo problemas para contener los ataques franceses.

A seis minutos del final, Ramsey despejó las dudas con una jugada llena de habilidad, que le permitió meterse entre los defensas franceses y disparar a portería, disparo que tocó en un defensa y dejo sin oportunidad a Mandanda.

En el descuento, Ayew logró desde los once pasos reducir las diferencias en el marcador, pero ya no había tiempo para más.