“Como un cuento de hadas”. Así han definido los que pudieron ver el ensayo general de la ceremonia de inauguración de la XXX edición de los JJ.OO. que tendrá lugar esta tarde a partir de las 14:30, hora escogida para que coincida con el año olímpico en el que estamos, aunque el esperado espectáculo de más de tres horas que dirigirá Danny Boyle será a las 21.00 Londres (3:30, Local).
El oscarizado director de Slumdong Millionaire, entre otras películas, ha preparado una gala que promete ser muy original y en la que clásicos infantiles de origen inglés como Mary Poppins, Alicia en el País de las Maravillas o 101 Dálmatas compartirán escenario con otros cuya fama es más reciente pero igual de universal como el malvado Lord Voldemort de Harry Potter.
Boyle contará la historia de Inglaterra a través de la música, la literatura (Shakespeare) y el cine británico. La primera parte de la ceremonia se llamará ‘La verde y amable tierra’ y en ella el estadio olímpico se transformará en la tradicional campiña inglesa gracias a pequeñas casas de campo y a un gran número de animales. La lluvia, en principio ficticia aunque podría acabar siendo real según las previsiones, completarán un escenario idílico. A continuación, tomará el relevo la Revolución Industrial. 2.200 obreros transformarán el paisaje inglés y lo modernizarán. Además, desfilarán cientos de enfermeras para rendir tributo a la creación de la Sanidad pública británica tras la II Guerra Mundial.
Los detalles, secreto de Estado
Los detalles de la ceremonia han sido casi un secreto de Estado. Boyle pidió un pacto de silencio a las 10.000 personas que formarán parte del espectáculo y que tuvieron que pasar tres castings previos. De hecho, durante el ensayo general, según acababan su número tenían que marcharse para no ver el siguiente. En la era digital cualquier precaución es poca y a pesar de todo ello ayer tuvieron que retirar de Youtube varios vídeos en los que mostraban parte de dichos ensayos.
Paul McCartney pondrá la guinda a esta gran fiesta, que ha costado en torno a 38 millones de euros, y la Reina Isabel II dará por inaugurados los Juegos. Como suele ser habitual, no ha trascendido el nombre de la persona que encenderá el pebetero.