Una Argentina relajada, por momentos demasiado amistosa, igualó 0-0 con Arabia Saudita en Riad sin dejar huella, con un Lionel Messi a media máquina y una selección local entusiasta y respondona que dio vida al partido.
La dinámica del corte impuesta por los árabes neutralizó todo intento creativo de los argentinos, que no lograron ventajas ni siquiera con algunos destellos de Messi, aislado del resto del equipo y casi sin respuestas en sus esporádicos intentos de crear sociedades ofensivas.
El seleccionador argentino, Alejandro Sabella, dijo horas antes del partido que aprovecharía la oportunidad para “probar jugadores”, al referirse al zaguero Coloccini, al medio centro Tino Costa y al punta Salvio, sustitutos de los lesionados Garay, Gago e Higuaín, y también a Di Santo y Augusto Fernández.