Poco importó que fuese la primera jornada de un nuevo campeonato liguero. Incluso su gol. El inicio con triunfo sufrido del Real Madrid ante el Real Betis dejó a un jugador señalado por sus propios aficionados. Es el francés Karim Benzema, con el que muchos ya han perdido la paciencia.
Cualquier seguidor de un equipo de fútbol que no sea el Real Madrid no podría creer lo que aconteció anoche en el Bernabéu. La pitada generalizada que despidió a Benzema en el momento de su sustitución llegó tras marcar el primer tanto oficial madridista de la temporada, el que igualaba el partido antes de que lo decidiese un testarazo de Isco Alarcón en la recta final.
Benzemá acabó con la paciencia de sus aficionados por cometer seis fueras de juego. Muchos ya le tienen sentenciado por su actitud en el terreno de juego y ya le silbaron nada más fallar su primera ocasión, cuando a los 24 minutos disparó alto desde la frontal en la finalización de una jugada de equipo.
Dos minutos después, respondió el delantero internacional francés. Realizó un buen movimiento al espacio, recibió el pase de Isco y chutó con tanta rabia como celebró el gol.
Acusado por sus detractores de ser frío en el terreno de juego y de indolente, Benzema asume esta temporada su prueba definitiva. Cuando bajó su rendimiento se escudó en la inestabilidad que generaba a los dos puntas la competencia con Gonzalo Higuaín. El técnico portugués José Mourinho optó por la formula de repartir partidos entre ellos y los dos delanteros se agarraron a esa excusa cuando el rendimiento no era el esperado.
El de Benzema se rebajó considerablemente la última campaña. En Liga marcó la mitad de goles. Si su ‘explosión’ llegó en la campaña 2011-12 cuando firmó 21 goles en 34 partidos ligueros, el último campeonato lo cerró con un registro discreto para ser el nueve del Real Madrid, once dianas en 30 partidos.
En su primer año, con la dura competencia de Raúl González, Higuaín y Ruud Van Nistelrooy, consiguió ocho goles en 27 partidos. Y en la 2010-11, quince tantos en 33 partidos ligueros.
Son estadísticas bajas que se han tapado gracias al poderío goleador de Cristiano Ronaldo, pero en cuatro temporadas sólo una presenta buenos números. Pocas veces un delantero centro del Real Madrid tuvo tantas oportunidades en su historia.
En la temporada que comienza, Benzema no tiene la competencia de Higuaín, pero ya siente cómo ilusiona al madridismo el canterano Álvaro Morata, a quien ovacionan desde que pisa el césped del Bernabéu y es apoyado en cada una de sus acciones.
Además, puede ver que si su rendimiento no satisface a Carlo Ancelotti y finalmente llega Garteh Bale al club, la posición de Cristiano Ronaldo puede modificarse y convertirse en competencia directa si adelanta unos metros.
Su temporada comienza con un aviso. Benzema ya sabe que a la afición del Bernabéu no le vale con goles, exige máximo esfuerzo en cada acción de cualquier partido. Conocen su calidad y le piden más. Le toca responder en el campo.