De nueve a cinco, los siete días de la semana, Robert Schill se entretiene con videojuegos sentado en un cómodo sofá marrón en el centro de Florida, en Estados Unidos.
Cientos de personas, a veces miles, lo observan. Su canal en la web recibió más de 35 millones de hits en un año. Y por difícil que parezca, Schill cobra por esto.
De hecho, es un trabajador que cumple un turno en un empleo que se parece al famoso reallity show de ‘Big Brother’.
Cuando Schill, de 26 años termina su turno, Adam Young, de 29 años y con quien comparte el departamento, se sienta en el sofá y sigue jugando hasta la una de la mañana. A esa hora, Brett Borden, otro compañero de vivienda, quien tiene 26 años, inicia un nuevo turno de ocho horas.
Estos son las estrellas de StreamerHouse. Transmiten vía Twitch.tv, una red online que atrae decenas de millones de visitantes, la mayoría de los cuales ven a otra gente jugando videojuegos.
El trío juega juegos, conversa con los aficionados y cuentan su vida diaria a través de una costosa red de micrófonos.
Ninguno tiene un título universitario y todos dicen que juegan videojuegos desde pequeños.
Twitch tiene más de 8 mil 500 streamers en su programa de afiliados, lo que quiere decir que los jugadores cobran.
Antes de decidir que no tiene ninguna gracia ver a tipos en un sofá disparándole a zombis virtuales, considere esto: la gente ha estado viendo a otros por miles de años. Gladiadores romanos. Carreras de caballos. El Super Bowl.
StreamerHouse fue ideado por un grupo de amigos, incluidos Ryan Carmichael y Randy Borden. Inicialmente concibieron el proyecto como una serie de reality TV a ser difundida en la web. Empezó a funcionar en septiembre de 2013. Una pequeña ventana en la pantalla mostraba videos del jugador a cargo e imágenes de otras cámaras de la casa.
Ahora transmiten solo el juego y al jugador. En ocasiones especiales prenden todas las cámaras de la casa. En algunos videos se les puede ver cocinando, caminando y una vez grabaron cuando un aficionado les envió pizzas por valor de 2 mil 100 dólares. Este último video fue visto 70 mil veces.