López Obrador insistió en la necesidad de una renovación profunda del aparato judicial mediante la elección popular de los jueces, enfatizando que el actual entorno judicial está siendo influenciado por intereses económicos y relaciones personales.
«No quiere decir que ya está resuelto el problema, que con eso ya se limpió, porque hay un entorno en donde incide mucho lo material, el dinero, el triunfar a toda costa sin escrúpulos morales de ninguna índole», declaró el presidente.
El mandatario criticó la supuesta protección brindada por jueces y ministros a individuos con relaciones en el Poder Judicial, a los cuales calificó como «gente muy conservadora, gente autoritaria, de malas entrañas».
Al referirse a la ministra presidenta de la Corte, Norma Piña, López Obrador indicó con respeto que, incluso, se permitió la entrada de asesores de figuras polémicas como Genaro García Luna, insinuando la influencia de un «bloque conservador» en el Poder Judicial.
«Hay excepciones, pero por lo general el Poder Judicial está completamente en contra del pueblo, así, es un Poder Judicial de élite, es como el supremo poder conservador», denunció el presidente, subrayando que la mentalidad conservadora prevalece y que los intereses particulares predominan sobre el servicio público.