Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El gobernador electo, Américo Villarreal Anaya, vislumbró un proceso de entrega-recepción anormal, rispido y que no será en paz y armonía como debería de ser.

Al dar su mensaje en el evento de presentación del equipo de transición, para la entrega-recepción, Villarreal Anaya, comentó que la autoridad estatal está haciendo en todo lo propio para que este proceso no sea tranquilo y en paz, sino que sea turbio y con opacidad.

“Lo dije en mi primer mensaje que esperaba una transición ordenada, rigurosa, eficiente, como lo establece la ley, entendimiento, colaboración y responsabilidad, transparencia y que la gente vea el desarrollo de dicho proceso”, comentó.

Y agregó; “A la luz de los hechos, estamos encontrando una actitud sin diálogo, sin interlocución y están poniendo trabas en el proceso”.

Refirió que además lamenta mucho el estado en el que recibirá las finanzas estatales, las cuales dijo, están muy comprometidas.

“Lamentó el excesivo endeudamiento y crecimiento de pasivos tenemos una deuda pública de 33% que alcanza los 16 mil millones de pesos y falta ver lo demás de la deuda indirecta, lo que condiciona nuestra gestión”, comentó.

Además dijo; “Ya no esperamos civilidad política, no han entendido que el pueblo de Tamaulipas rechazó la continuidad de su proyecto”.

Por tal motivo señaló que estarán comunicando al pueblo el estado que enfrentan las finanzas, recursos tangibles e intangibles entre otros más.

“En Tamaulipas no hay referencia que un relevo institucional del ejecutivo estatal sucediera en condiciones como en las actuales”, señaló.

Sin embargo confió en que la transformación se dé a partir del uno de octubre.

“El uno de octubre inicia la transformación en Tamaulipas por la que votaron los tamaulipecos el cinco de junio”, concluyó.