Los naranjas se cansaron de fallar las múltiples y claras opciones de gol que tuvieron ante Tepatitlán y en el pecado llevaron la penitencia.

Lo que parecía ser una victoria sin problema por la generación de oportunidades a la ofensiva, terminó en un balde de agua fría con una dolorosa derrota en los últimos minutos del partido.

Otra vez ese mal sabor de boca con esa sensación de tener los puntos en la bolsa y al final se termina por no reflejar lo que se hizo en la cancha la mayor parte del juego.

Falló la contundencia, sobretodo en el primer tiempo; siete oportunidades muy claras de gol y no se pudo concretar; ahí radica en gran parte el resultado ante Tepa.

Tepatitlán, un equipo muy limitado defensivamente, se sacó la lotería al obtener los tres puntos. Es cierto, Correcaminos se descobijó en la defensiva para abocarse al frente y los Alteños aprovecharon una jugada para ser letales y marcar el gol de la victoria.

Por el minuto en el que cayó el gol de Tepa (84) y los recientes cambios que había hecho Correcaminos en el partido, Solano cargará con el fantasma de los partidos anteriores donde los cambios no le redituaron. Aunque el principal fallo en este partido fue la contundencia.

Lo que son las cosas, Tepa jugó a no perder y ganó, Corre apostó a ganar y perdió, por muy superior que haya sido, los tres puntos se quedaron en Tepatitlán.

Se corta una racha de dos partidos consecutivos ganados y sin recibir gol.

Moragrega no anduvo fino, le alcanzó para concretar una y, con ello, seguir peleando por el goleo individual.

Ahora deberán de concentrarse en los Leones Negros la próxima semana, aprovechar la localía porque después les tocará su jornada de descanso.

A afinar la puntería.