No es la primera vez qué pasa, ni la primera vez que lo escucho y me ha tocado debatirlo, argumentar, muchas veces explicar, que cada vez más “se muere afición en el Marte R. Gómez”.
No quiero sonar drástico, pero, cuando era niño, caminé de las Viviendas Populares, en específico de la calle Coahuila, donde vivía, hasta el estadio para ver a Correcaminos; llámenme “villamelón”, pero yo soy de los aficionados que le va al equipo de casa por convicción, pero tengo un equipo de Primera División, y nunca he escondido mi afición por Cruz Azul, ni en sus peores momentos, mucho menos en sus mejores, se hizo costumbre en la ciudad, son pocos los que no tienen dos equipos.
Yo caminaba por el 16 con mi papá, muchas veces con amigos para ir al estadio y ver al “ave naranja”; portaba playera oficial y muchas veces máscara de luchador, me tocó bailar, gritar y festejar los goles de jugadores que, aunque no conseguían un título o ascenso, han sido idolatrados por “mostrar garra” (no todos), o en algunos casos dejar raíces y tomar agua de la peñita (chiste local).
Los tiempos han cambiado y esa afición que existía y que llenaba el inmueble, dejando un sabor de boca siempre agradable, aunque perdiera, cada vez es menos, y entiendo porqué, les expongo mis teorías.
Para mi el fútbol cambió, se prioriza el negocio antes que la tradición, la historia, el antecedente y la grandeza de un equipo, un aficionado añora, como en estos tiempos que el escudo clásico vuelva, hace unos días me etiquetó en Twitter la cuenta @aficion_naranja pidiendo que cambien el logo al original, porque aunque solo sufrió modificaciones, lógicamente no es el mismo, yo me pregunto… ¿y con eso ganará Correcaminos?, con ese detalle el equipo estará certificado, no digo que sea bueno o malo, simplemente me pregunto ¿que tan relevante es?.
Nos podemos poner románticos, soñar el regreso de una legión de centroamericanos para reforzar el plantel, que el equipo juegue en domingo a medio día, que la Chana prenda el pirul de Brasil y recorra las porterías, aunque luego se quejen de esoterismos, que salgan con la bandera gigante acompañando a los jugadores o hasta que Cruz Valdez cante “Butterfly” al medio tiempo para reanimar algo que simplemente se muere en resultados y que pierde su identidad.
La frase “Quién no conoce su historia está condenado a repetirla”, puede ser atribuible a las últimas directivas, que no presentan un proyecto para que la afición sepa a dónde van y que es lo que se va a realizar con este equipo y con “el nuevo fútbol”, esa incertidumbre de no entender porque traen a ciertos jugadores, que aunque ellos los vean como “apuestas”, la afición los ve como petardos sin futuro, o simplemente porque en las Fuerzas Básicas no hay suficiente talento local, cuando en el fútbol del llano Fundador y Dimada tendrán juegos espectaculares en la final de la Liga de Campeones y con más afición en recintos pequeños en plena pandemia.
Lamentablemente para muchas preguntas, se tienen respuestas muy complejas, que te hacen dudar del trabajo en el equipo, un aficionado, doctor de profesión, pediatra reconocido, me comentó una vez que a él le gustaba ir al Marte R. Gómez para ver a su compadre jugar, él quería salir de la rutina, tomarse una cerveza bien fría y comerse unos tacos del Qué pasó viendo un buen partido, hoy en día la liga es mediocre, no existe el ascenso y con tanta tecnología ver un Correcaminos contra Venados no se compara a poner la tele y ver el debut de Erling Halaand en el Manchester City o ver un juego del Real Madrid.
Y no quiero que me malinterpreten, pero si lo ven como negocio, y el fútbol es un espectáculo, hay que dar más que lo que muchas veces se ve en el estadio, súmale que a veces ni la cerveza está fría, eso ya es el colmo, pero en redes todo duele y todo lastima, se llenan de quejas, dudas y alimentan ese llamado “hate”, pero todo se muere en el Marte R. Gómez, cuando los resultados se dan y cuando no, Correcaminos se ha convertido en un equipo fácil de criticar, de sobajar y no entienden que cada vez más se muere la afición… sembrar para cosechar.
Por hoy es todo, pero habrá más…
Que tengan un excelente día.