Luego de haber conseguido el mejor puesto en sus participaciones en las Copas del Mundo en México 86, la selección mexicana sufrió una de las mayores vergüenzas en su historia, como fue su descalificación para la edición de Italia 1990. Sin embargo, en la siguiente justa cuatrianual de la FIFA celebrada en Estados Unidos consiguió otro logro importante: Primera Vez en Segunda Fase Fuera de México.

La entrega semanal de la columna Desde el Graderío, contempla el resumen del Capítulo VII del libro “Momentos Históricos del TRI en los Mundiales”, inicia desde el inicio del proceso rumbo al mundial de Italia 90, en diciembre 1986 en que fue designado como técnico Mario Velarde.

Velarde, quien había sido auxiliar de Milutinovic dirigió partidos de la eliminatoria para los Panamericanos y los Juegos Olímpicos de Seúl, y hasta abril de 1988, tres meses antes de que llegara la sanción de la FIFA por el caso de los “Cachirules”.

La historia del vergonzoso y conocido caso de las actas alteradas se recuerda en el inicio de este capítulo; pero se enfoca más a la reanudación del proceso mundialista, antes y una vez finalizado el castigo que dejó a México sin Mundial Sub 20, Juegos Olímpicos y el Mundial de Italia 1990.

Alberto Guerra fue designado como técnico interino en febrero de 1989, pero en agosto regresó Velarde. En 1990 llegó Manuel Lapuente, pero como tenía compromiso con el Puebla, don Nacho Trelles regresó como interno seis partidos, y Lapuente retornó ya como campeón con los poblanos.

Con la terminación de la sanción de la FIFA el 29 de junio de 1990, Lapuente inició el proceso de cara a Estados Unidos, pero renunció luego de solo conseguir el tercer puesto en la Copa Oro 1991, y lo suplió Fernando Tena. En agosto de ese año fue contratado el argentino César Luis Menotti.

Menotti debutó ante Uruguay en el “Pirata” Fuente y solo dirigió 17 partidos, y pese a que caminaba rumbo a USA 1994, debido la salida del presidente de la FMF, Francisco Ibarra decidió renunciar en diciembre de 1992.

La nueva dirigencia fichó a Miguel Mejía Barón, quien ganó sus primeros cuatro partidos amistosos, y se mantuvo hasta conseguir el único boleto de la Concacaf para la Copa Mundial, con triunfo sobre Canadá.

Vino el subcampeonato en la Copa América de Ecuador 1993 tras caer 2-1 ante Argentina y levantaron la Copa Oro ese mismo año.
Ya en el Campeonato Mundial, cayeron 0-1 ante Noruega con gol agónico de Redkal el 19 de junio: cinco días después doblegaron a

Irlanda por 2-1 con doblete de Luis García, y el empate a un gol ante Italia alcanzó para terminar en el primer lugar del Grupo E con 4 puntos, y conseguir su boleto a la segunda ronda, por vez primera fuera de México.

La prensa lo celebró, protagonistas como Luis García, Claudio Suárez, Ramón Ramírez recuerdan el logro, en esta obra prologada por el comentarista de Fox Sports, Fernando Scwartz; como también lo hicieron sobre la derrota y eliminación en penales ante Bulgaria y la conocida polémica Mejía Barón-Hugo Sánchez.

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