Lo que había sido una virtud a la llegada del Potro, se convirtió en una deficiencia en el juego del Play In: el manejo de los cambios.
Correcaminos había cerrado la fase regular con tres triunfos consecutivos, en todos ellos, los cambios se presentaron cuando el partido ya era adulto, de hecho, no se utilizaron las cinco modificaciones permitidas. Y en dichos cotejos las sustituciones ayudaron al resultado.
En el juego de Play In ante Atlético La Paz, los cambios afectaron el funcionamiento del equipo. Correcaminos no cerró agobiando al rival cómo se esperaba que lo hiciera: no fueron el revulsivo que se esperaba que fueran.
Es cierto, hubo dos acciones que el cuerpo arbitral no valoró en buena medida, sin embargo, era para que Correcaminos mostrara más. Además, tuvo 15 jornadas para lograr su clasificación directa.
Lamentablemente no lograron la calificación. En teoría, plantel había para hacer un buen torneo, pero en la práctica vimos que no.
¿Qué fallaría? Eso es lo que debe estar analizando la directiva en estos momentos. ¿Fue el anterior técnico, se sobrevaloró al plantel, exceso de confianza en los partidos, errores puntuales?
Lo que no deja duda es que los dos últimos refuerzos que llegaron a Correcaminos para la presente temporada no tuvieron un buen torneo: Joao Maleck y David Angulo. Maleck no rindió en los cuatro partidos que vio acción(sumó 32 minutos), por su parte, Angulo, todavía tuvo una menor participación (23 minutos en tres partidos).
Correcaminos queda eliminado sin haber calificado y no le queda de otra más que analizar, tomar decisiones y planear el próximo torneo.