En el mundo del deporte, la confianza y el apoyo a los atletas deberían ser pilares fundamentales. Sin embargo, en Tamaulipas, parece que estos principios han sido olvidados por completo en el Instituto del Deporte que dirige Manuel Raga Navarro.

Las acusaciones de abuso sexual y violencia realizadas ante fiscalía al entrenador de gimnasia Ricardo R., por parte de cuatro deportistas, y que fueron realizadas en las instalaciones del Siglo XXI, es algo gravísimo.

La valentía de las deportistas al presentar no una, sino cuatro denuncias ante la fiscalía debería ser reconocida y respaldada por las instancias correspondientes, incluido el Instituto del Deporte de Tamaulipas. Sin embargo, su respuesta, o más bien su falta de respuesta, es indignante.

En lugar de mostrar un compromiso, con la seguridad y el bienestar de las deportistas, el Instituto del Deporte de Tamaulipas ha optado por el silencio y la inacción. Esta pasividad es inaceptable. Las instituciones deportivas tienen la responsabilidad no solo de promover la excelencia atlética, sino también de proteger a los atletas de cualquier forma de abuso o discriminación.

El hecho de que estas acusaciones se hayan presentado no una, sino cuatro veces, debería ser una señal clara de alarma. Ignorar estas denuncias o tratarlas con indiferencia envía un mensaje peligroso a las deportistas de Tamaulipas y a la comunidad en general.

Ya no solo es la falta de apoyo, no es la cantidad de aviadores con los que cuenta o si Manuel Raga Navarro fue el primero en romper los principios de un gobierno que asegura, no miente y no roba. El Instituto del Deporte de Tamaulipas no está dispuesto a tomar medidas decisivas para abordar problemas graves dentro de su propia esfera de influencia.

La falta de apoyo del INDE Tamaulipas hacia las deportistas que han sufrido presuntamente abusos es un fracaso vergonzoso. Es hora de que esta institución u otra tome cartas en el asunto, demuestre verdadero liderazgo y defienda los valores fundamentales del deporte: integridad, respeto y protección de los atletas.

Las pruebas han sido presentadas a las autoridades y aunque Ricardo R. fue separado de su cargo como entrenador, es inadmisible que en la reunión que sostuvo Manuel Raga Navarro con las familias afectadas no tuviera ni la sensibilidad, ni las ganas de apoyar para resolver un tema tan delicado.

Por lo pronto la investigación sigue su curso… estaremos atentos.